sábado, 28 de noviembre de 2020

 

TOMA DE DECISIONES.


Hace 30.000 años, un antepasado nuestro tenía el mismo cerebro que nosotros.

Estaba caminando por un bosque y de repente vio una sombra. Si se pone a pensar si esa sombra es la de un oso que lo podía matar o de una rama… Si fuera un oso ya no sobrevivía puesto que el oso tiene todas las ventajas para atraparlo y comerlo, por lo que nuestro antepasado, lo que hacía era salir corriendo para salvar su vida.

Nuestro antepasado, tenía un proceso de toma de decisiones rápido, no consciente, intuitivo, no racional que le permitía salvar la vida. Entonces, para nuestra especie, lo más importante es sobrevivir y no la Verdad. Por que nuestros antepasados no querían saber la Verdad, no analizaban si aquello era por sus características una rama o un oso, salían corriendo y nada más.

Otro aspecto más importante que la Verdad, para nuestra especie, es pertenecer a una tribu, a un grupo social. Por que, para nuestro antepasado, la tribu significaba protección. Es por eso que una evidencia, una certeza no cambia lo que pensamos, esa es la razón. Veamos un ejemplo cualquiera:

A menudo me encuentro por Internet, noticias que son descaradamente lo que denominamos fake, falsas, fraudulentas, pura mentira y hay gente que se las cree. Imaginemos por un instante que tu tienes un vecino o un amigo que cree de forma irracional, que las vacunas producen autismo o que llevan un chip interior para controlarte o que es una aberración contra-natura o un pecado contra Dios y tu, le muestras varios informes de prestigiosos científicos o de organizaciones médicas y muchas evidencias que le dicen lo contrario. ¿Tu vecino qué va a hacer.?

Sencillamente, negará la evidencia y buscará a otra persona que piense como él.

Entonces vemos que hay dos sistemas de toma de decisiones. Uno racional, lógico, analítico, que requiere de una cierta energía mental, que requiere del uso de recursos cognitivos; pero este sistema muchas veces se vuelve automático y a veces es guiado por emociones previas, por aprendizajes previos, no consientes. Es el sistema de toma de decisiones que más usamos. Es decir que mayormente vivimos con el piloto automático, ignorando todo lo que no coincide con lo que pensamos y dando por cierto todo aquello que coincide con lo que pensamos.

Así que, repito, tenemos dos sistemas de toma de decisiones. Uno que pocas veces usamos, que es el lógico, racional, deliberado, analítico pero que requiere energía mental, de recursos cognitivos que normalmente son limitados, de esfuerzo y de tiempo.

Y otro sistema, que utilizamos constantemente, automático, no consciente, intuitivo, guiado por la emoción del momento, por nuestros aprendizajes y experiencias anteriores, que no requiere gasto energético, en un contexto que cambia continuamente. Usamos este sistema automático como nuestro antepasado de hace 30.000 años. Así es nuestra toma de decisiones e implica, por supuesto, que caemos más, por puro cálculo de probabilidades, en continuos errores sin ni tan solo ser conscientes de ello. Sin embargo…

...Vivir como el Señor Spock, tomando siempre en cada momento decisiones lógicas, analíticas, deliberadas no es posible. ¿Por qué?. Por que para tomar decisiones lógicas, analíticas, deliberadas, necesitamos dos recursos que no siempre contamos:

El primero es el recurso cognitivo. Nuestros recursos cognitivos son limitados. Y segundo, además, requiere conocer el porcentaje de riesgo y beneficio de cada opción y nunca, en la vida cotidiana, conocemos ese porcentaje cuando hemos de tomar una decisión.

Así pues, como expliqué anteriormente, tenemos el proceso de toma de decisiones automático, que aflora a nuestra consciencia, influenciado por emociones que tenemos al momento, por experiencias previas, por memoria previa. Así funcionamos pero, a veces eso no es del todo negativo o una falta de inteligencia o un error grave, desgraciado o desastroso. Veamos un ejemplo:

Hace años, en enero de 2009, un avión se quedó sin un motor en Nueva York y tuvo que amerizar en las heladas aguas del río Hudson. ¿Se acuerdan?

Si ese avión hubiera sido manejado por un ser o una computadora que hubiera tomado, en ese momento, una decisión lógica, analítica y deliberada, seguramente hubieran muerto todos. Eso no ocurrió por que el piloto tenía un cerebro humano que pudo adaptarse a un contexto que cambió rápidamente, basado en sus experiencias previas, aprendizajes previos e influido con la emoción del momento.

También tomamos decisiones a causa de las personas que nos rodean. Nuestra pareja, nuestra familia, nuestros amigos...por las personas que nos rodeamos, por que somos seres sociales, incluso tomamos decisiones por la influencia de la sociedad en la cual vivimos. Las historias de las sociedades en las que vivimos, influyen en la manera que sentimos, pensamos y decidimos.

Algunas veces, salimos de nuestro entorno, de nuestra sociedad para instalarnos temporalmente o permanentemente en otra distinta. Vamos con un bagaje de creencias previas, de sentimientos previos, de experiencias previas que nos hace difícil tomar decisiones nuevas y adaptarnos a ese nuevo entorno; cuanto mayor edad tenemos, más dificultad hay para adaptarnos, no solo por el idioma, que puede ser otro sino por otras costumbres, otros modos, otras formas de pensar y por lo tanto otras formas de tomar decisiones, por que la historia en esa otra sociedad es distinta de la que procedemos. 

 


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

  LA SENDA DE LOS CINCO C AMINOS .    Hace tiempo que no escribo nada aquí. Esto se debe a que con lo que ya hay escrito, se me antoja sufi...