domingo, 21 de marzo de 2021

 MUSIC AND BRAIN

 

Ésta es una segunda reflexión sobre el blog anterior llamado MÚSICA, donde intentaba explicar por qué nos gusta la música. Ahora intentaré explicar, científicamente hablando, ¿cómo afecta la música a nuestro cerebro? La música cambia la forma en que percibimos lo que nos rodea.
En primer lugar, repasaremos las distintas regiones cerebrales en las que mediante la resonancia magnética, los neurólogos han visto la influencia de la música:

 

Lóbulo frontal: Se utiliza para pensar, tomar decisiones y planificar. (En la frente).  
El lóbulo frontal es la zona más importante para ser humano. Tenemos un gran lóbulo frontal en comparación con otros animales. Al escuchar música, podemos mejorar sus funciones.

 

Lóbulo temporal: Procesa el lenguaje y lo que escuchamos. (Entre el ojo y el oído).
Usamos el centro del lenguaje para apreciar la música, que se extiende a ambos lados del cerebro, aunque el lenguaje y las palabras se interpretan en el hemisferio izquierdo, mientras que la música y los sonidos se interpretan en el hemisferio derecho.

 

Área de Broca: Nos permite producir habla. (En interior del lóbulo frontal del hemisferio izquierdo).
Usamos esta parte del cerebro para expresar música. Tocar un instrumento puede mejorar tu capacidad para comunicarte mejor.

 

Área de Wernicke: Comprende el lenguaje escrito y hablado. (En la parte inferior del lóbulo parietal izquierdo).
Usamos esta parte del cerebro para analizar y disfrutar la música.

 

Lóbulo occipital: Procesa lo que vemos. (En la parte del cerebro más cercana a la nuca).
Los músicos profesionales usan la corteza occipital, que es la corteza visual, cuando escuchan música, mientras que los laicos, como yo, usan el lóbulo temporal, el centro auditivo y del lenguaje. Esto sugiere que los músicos pueden visualizar una partitura cuando escuchan música.

 

Cerebelo: Coordina el movimiento y almacena la memoria física. (En la parte superior del tronco encefálico, donde la médula espinal se une con el cerebro).
Un paciente de Alzheimer, incluso si no reconoce a su esposa, aún podría tocar el piano si lo aprendió cuando era joven porque tocar se ha convertido en un recuerdo muscular. Esos recuerdos en el cerebelo nunca se desvanecen.

 

Núcleo accumbens. Busca placer y recompensa y juega un papel importante en la adicción, ya que libera el neurotransmisor dopamina. (En la zona del cerebro subcortical, en la parte interior del encéfalo).
La música puede ser una droga, una droga muy adictiva porque también actúa en la misma parte del cerebro que activan las drogas. La música aumenta la dopamina en el núcleo accumbens, similar a la cocaína u otra droga cualquiera.

 

Amígdala. Procesa y desencadena emociones. (En el lóbulo temporal de los mamíferos).
La música puede controlar tu miedo, prepararte para luchar y aumentar el placer. Cuando sientes que los escalofríos recorren tu columna vertebral, la amígdala se activa.

 

Hipocampo. Produce y recupera recuerdos, regula las respuestas emocionales y nos ayuda a navegar (En la zona interna del lóbulo temporal)
Considerada la unidad central de procesamiento del cerebro, es una de las primeras regiones del cerebro que se ve afectada por la enfermedad de Alzheimer, lo que genera confusión y pérdida de memoria. La música puede aumentar la neurogénesis en el hipocampo, lo que permite la producción de nuevas neuronas y mejora la memoria.

 

Hipotálamo: Mantiene el status quo del cuerpo, vincula los sistemas endocrino y nervioso, produce y libera hormonas y sustancias químicas esenciales que regulan la sed, el apetito, el sueño, el estado de ánimo, la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal, el metabolismo, el crecimiento y el deseo sexual, por nombrar solo algunos. (debajo del tálamo y encima de la glándula pituitaria).
Escuchar música clásica, por ejemplo, la frecuencia cardíaca y la presión arterial se reducen. Por el contrario, si escuchas música rock o Heavy metal, la frecuencia cardíaca y la presión arterial aumentan.

 

Cuerpo calloso: Permite que los hemisferios izquierdo y derecho se comuniquen, lo que permite un movimiento corporal coordinado, así como pensamientos complejos que requieren lógica (lado izquierdo) e intuición (lado derecho). (En lo profundo del cerebro y que conecta los hemisferios cerebrales derecho e izquierdo).
Como músico, quieres tener el lado derecho y el lado izquierdo del cerebro en coordinación, para que se comuniquen entre sí. Esto permite a los pianistas, por ejemplo, traducir notas en una hoja a las teclas que presionan sus dedos para producir música.

 

Putamen: Procesa el ritmo y regula el movimiento y la coordinación del cuerpo. (En el centro del cerebro).
La música puede aumentar la dopamina en esta área y la música aumenta nuestra respuesta al ritmo. Al hacer esto, la música detiene temporalmente los síntomas de la enfermedad de Parkinson. La música rítmica, por ejemplo, se ha utilizado para ayudar a los pacientes de Parkinson a funcionar, como levantarse y bajar e incluso caminar, porque los pacientes de Parkinson necesitan ayuda para moverse, y la música puede ayudarlos como un bastón. Desafortunadamente, después de que la música se detiene, la patología regresa.

 

 De todo esto se desprende la enorme validez y ayuda que nos ofrece la música como valor terapéutico, la facilitación del aprendizaje social y el bienestar emocional incluso la recuperación del movimiento en pacientes con accidente cerebrovascular, enfermedad de Parkinson, parálisis cerebral y lesión cerebral traumática. La música es un gran valor en nuestra vida pero, todo tiene un anverso y un reverso.

 

 Como hemos visto. La música tiene la particularidad de hacer que nuestro cerebro libere dopamina. La liberación de dopamina puede hacer que las personas se conviertan en adictos ya que siempre están buscando el placer y tender a llegar a niveles cada vez más altos. La dopamina no solo dificulta y llega a anular la gratificación aplazada, también conocida por gratificación retardada o demora de gratificación, sino que como toda droga, su efecto disminuye con el uso haciendo que nuestra mente demande cada vez, cantidades más altas del neurotrasmisor. Hay que saber moderar su consumo.

 

Por otro lado, la música puede distraernos más de lo que pensamos, por ejemplo, cuando conducimos. Está comprobado que los conductores que escuchaban su propia música cometían más errores y conducían de forma más agresiva. ¡Al loro roqueros!! La bondad de la música tiene sus límites por que también puede hacer aumentar el estrés, la ansiedad, el ritmo cardiaco, la presión arterial, la falta de concentración o darnos una falsa sensación de seguridad.

 





sábado, 13 de marzo de 2021

 

MIEDO

 

Para hablar del miedo, primero hemos de acordar su definición. El miedo es una respuesta que aparece en nuestra mente a una amenaza de daño, real o imaginario, es una emoción biológicamente básica de todos los seres humanos y de muchos animales.

Podríamos detallar un poco más y distinguir entre el miedo (propiamente dicho), el pánico y la ansiedad. Los dos primeros están relacionados con los “circuitos neuronales de supervivencia” y surgen en un contexto real, físico que depende de la amenaza, (depredador específico o desconocido), distancia a la amenaza (y por lo tanto tiempo; es decir, inminencia depredadora) y tiempo transcurrido desde que se encontró una amenaza (resultando, en orden, en comportamientos tales como defensa y huida, evaluación de riesgos, inhibición de movimiento, distanciamiento). Vemos que el miedo en realidad cumple un papel importante para mantenernos a salvo, ya que nos moviliza para hacer frente a un peligro real o potencial.

 

El tercero, es un estado más tónico relacionado con la predicción y la preparación. La ansiedad es una experiencia común para muchas personas, se puede considerar un trastorno cuando es recurrente, persistente, intensa e interfiere con tareas básicas de la vida como el trabajo y el sueño.

Los trastornos de ansiedad constituyen una de las enfermedades psiquiátricas más comunes (en general, cerca del 25% de la población sufre algún tipo de trastorno de ansiedad). La mayor parte del trastorno surge de la preocupación por lo que podría suceder, a menudo hasta el punto de distorsionar lo que realmente es.

 El trastorno de la ansiedad puede estar desencadenado por multitud de factores tales como enfermedad, traumas, consumo de drogas o alcohol, dolores físicos, la propia personalidad y factores hereditarios pero, la mayoría suele ser a causa del estrés.

 

El estrés es la sensación de estar bajo demasiada presión mental o emocional. La presión se convierte en estrés cuando se siente incapaz de hacerle frente. Las personas tienen diferentes formas de reaccionar ante el estrés, por lo que una situación que se siente estresante para una persona puede ser motivadora para otra.

 Un gran evento o la acumulación de situaciones de la vida estresantes más pequeñas pueden desencadenar una ansiedad excesiva, por ejemplo, una muerte en la familia, estrés laboral o preocupación constante por las finanzas o por la aproximación de la propia e inevitable muerte.

El estrés no es una enfermedad en sí mismo, pero puede causar una enfermedad grave si no se aborda. Es importante reconocer temprano los síntomas del estrés. Reconocer los signos y síntomas del estrés te ayudará a encontrar formas de afrontar la situación y evitar que adoptes métodos de afrontamiento poco saludables, como beber, fumar, tomar drogas, apostar dinero o caer en malos hábitos.

 

No hay forma de predecir con certeza qué hará que alguien desarrolle un trastorno de ansiedad, pero puede tomar medidas al respecto para superarla. Una de las estrategias que se puede intentar para ayudar a aliviar la ansiedad incluyen la práctica de técnicas de relajación como la atención plena, la meditación, la respiración profunda y la relajación muscular progresiva. 

 


 

domingo, 7 de marzo de 2021

 

ENFOQUE

 

Es inevitable, sobre todo al principio, pensar que no estamos progresando lo suficientemente rápido en la consecución de los objetivos en nuestra meditación y podemos vernos tentados a cambiar de técnica. Pero esta puede no ser la mejor opción. No me cansaré de repetir que se necesita paciencia, tiempo y entrenamiento para dominar la meditación. Es como todo en la vida, nadie nace siendo algo, por muchas cualidades que uno tenga, se necesita entrenamiento, paciencia, hábito y tiempo.

 

Hoy hablaré de otra forma de meditación, de otra herramienta que podemos utilizar en nuestra meditación básica. Recordad que anteriormente ya avancé que hay tantas formas de meditación como practicantes de ésta, cada uno se acomoda a su carácter, a su personalidad. No estamos dentro de un templo zen o un ashram donde se nos obliga seguir un proceso acorde a una creencia. Aquí estamos solos con nosotros mismos.

 

Hablaré de la llamada Meditación Enfocada. Recordemos que hasta ahora la forma de “anclar” nuestra mente era mediante la respiración. También os hable de la relajación muscular como sistema de complemento. A estas alturas ya os habréis dado cuenta que a atención es una parte integral de cualquier práctica de meditación. A través de la atención descubrimos y exploramos la conexión entre cuerpo y mente. Aprendemos a ser conscientes de lo que estamos experimentando sin dejarnos llevar por pensamientos y sentimientos. Este es el primer objetivo que no es fácil de alcanzar.

 La Meditación Enfocada puede ser una ayuda para alcanzar una Meditación Plena, implica enfocarse en algo intensamente como una forma de permanecer en el momento presente y ralentizar el diálogo interno. Otra forma de anclar tu mente.

 

Comenzar su práctica implica solo unos pocos pasos que serán cada vez más fáciles con el tiempo. Para empezar, haremos sesiones de cinco minutos y aumentaremos hasta períodos de tiempo más prolongados a medida que nos sintamos más cómodos con el ejercicio.

 La clave es practicar la meditación enfocada en un ambiente tranquilo y cómodo como hasta ahora hemos estado haciendo. Centra tu mente en la respiración. Relaja tu cuerpo tal como ya te expliqué anteriormente.

 Ahora, dirige tu atención concentrándote en las sensaciones, incluido el sonido, el olfato, la vista y los detalles de tu punto focal, en este caso, presta atención a las sensaciones que experimentas al inhalar y exhalar cada respiración. La idea no es pensar en ello, sino simplemente experimentarlo, estar plenamente presente en el momento, el objetivo es mantener la mente tranquila.

 

Aclaro que el punto focal es en este caso la respiración, es lo más fácil pero, puede ser otra cosa tal como la paz que se siente, la energía que entra en nuestro cuerpo a través de la respiración, una visualización de algo positivo o incluso un objeto.

 

Si encuentras que tu mente te involucra y te das cuenta de que no estás completamente presente con las sensaciones de tu objetivo elegido, no permitas que el ego interior te golpee por hacerlo "mal" ya que te has dado cuenta de ello. Vuelve a empezar cuando quieras, no te preocupes.

 La meditación entrena la mente para apreciar plenamente lo que está sucediendo en el momento presente. Te da un espacio para que tu mente se asiente y tomes consciencia de tí mismo. Para experimentar esta apreciación, debe haber cierta estabilidad mental mientras practicamos. A medida que avancemos, la mente podrá concentrarse mejor y con menos esfuerzo.


 

  LA SENDA DE LOS CINCO C AMINOS .    Hace tiempo que no escribo nada aquí. Esto se debe a que con lo que ya hay escrito, se me antoja sufi...